DANZA (Clásica-Española y Musical)
El objetivo y la finalidad de los programas de Danza impartidos a personas con Síndrome de Down, es mantener la continuidad en el aprendizaje del desarrollo global del interesado proporcionando las herramientas necesarias para su correcta ejecución, y desde el desarrollo de la motricidad, plasticidad y aspectos cognitivos y emocionales indicarles bajo los cánones y fundamentos de la Danza Académica su correcta ejecución desde los primeros cursos y así promover e inculcar su futura inclusión en programas de actividad artística que proporcionen a las personas con Síndrome de Down, una buena salud en todos los aspectos y una mejor calidad de vida, minimizando tanto los problemas físicos como cognitivos y sociales.
La enseñanza de la danza en todas sus ramas, tiene como fundamento primordial el aprendizaje de los códigos y pasos de la Danza Clásica, también denominada Ballet Académico. El ballet o danza clásica es el nombre específico dado a una forma concreta de danza y su técnica.
El Ballet está considerado como una de las Artes Escénicas.
La técnica de esta danza tiene una dificultad importante, ya que requiere una concentración para dominar todo el cuerpo, añadiendo además un entrenamiento en flexibilidad, coordinación y ritmo musical. Lo habitual, aunque no obligatorio, es que se aprenda con una edad temprana, para interiorizar y automatizar movimientos y pasos técnicos.
Para el calentamiento se utiliza una zapatilla de tela (o piel) con suela partida o completa, muy blanda y fácilmente adaptable. Cuando la experiencia, la condición física y la fuerza del bailarín ya lo requieren, se comienza el entrenamiento con las puntas de ballet. El vestuario debe ser cómodo y, sobre todo, debe dejar marcado el cuerpo para poder corregir y ver los movimientos de cuerpo, brazos y piernas.
El Ballet o Danza Clásica es una forma de danza específica, ya que sus movimientos se enseñan a través de métodos y técnicas “claves”. A diferencia de otras danzas, en el ballet, cada paso está estructuradamente armado. A veces se piensa que la danza clásica se limita exclusivamente a piernas y brazos, pero en cualquier movimiento que se ejecute, participaran invariablemente: las manos, brazos, tronco, cabeza, pies, rodillas; en fin todo el cuerpo hasta sus más ínfimas partes, en una conjunción de dinámica muscular y mental. Para iniciar los estudios de la danza clásica, tomando como ejemplos a bailarines consagrados, se puede decir que la edad ideal es a partir de los cinco años. Ya que es la edad en que siendo niño se va aprendiendo a reconocer el ritmo y el espacio en el cual se mueve.
Uno de los elementos utilizados en este danza, es “la barra” que es una larga y delgada pieza de madera o metal utilizada como apoyo en los primeros ejercicios de la clase. Las posiciones de las piernas fueron codificadas por Beuchamps y hay cinco posiciones básicas: 1ª posición. Los dos pies en línea recta, unidos por los talones. 2ª posición: Los pies en la misma línea recta, pero separados por unos 30 centímetros 3ª posición: Los pies juntos unidos por su parte media uno delante del otro. 4ª posición: Los pies separados en línea vertical hacia delante separados unos 25 centímetros. 5ª posición: los pies se unen en sentido inverso; ambos talones mirando hacia fuera, juntándose así los dedos del pie de uno con el talón del otro.
Según Noverre, Blasis, Johensen y el gran maestro Cechetti una de las grandes reglas de la Danza para quien la realiza con la debida disciplina y continuidad es encontrar la libertad corporal donde actos tan cotidianos como el caminar, sentarse, saltar, e incluso hablar toman otra dimensión y confieren al sujeto una manera de ser que le ayudara para su total evolución. Ser bailarín es obligarse cada día y durante toda la vida activa, a un entrenamiento difícil y cuidadosamente regulado. Las reglas a las que se somete el debutante así como el artista más avanzado no tienen nada de arbitrario. Son la aplicación al cuerpo humano de las leyes físicas relativas al equilibrio y al movimiento. Póngase de ejemplo las cinco posiciones fundamentales y sus variantes, estas tienen por objeto el “girar” de las piernas hacia fuera, condición indispensable para asegurar un mejor aplomo y facilitar los desplazamientos musculares en el espacio.
Partiendo de estas premisas, se hace patente la importancia en el desarrollo de las personas con Síndrome de Down, llevar a cabo actividades artísticas, tales como la Danza que permitan un mejor desarrollo biomecánica y posterior calidad de vida e integración social.
La actividad de Danza, va dirigida a niños, adolescentes y adultos .En el desarrollo de las diferentes clases se aprenden las bases de la Danza desde las nociones más elementales hasta la ejecución mas perfeccionada en los grupos avanzados. Se estudian y ensayan las diferentes coreografías propuestas.
Las coreografías están basadas en los códigos de la danza académica, Danza Española y Comedia Musical.
en sesiones que varían entre una hora y media a la semana a tres o más en los cursos avanzados.
Se realizan asimismo valoraciones continuas de los objetivos y contenidos tanto comunes como individuales, estimando desde la primera lección al participante y evaluando su capacidad biomecánica aplicada a la Danza.
Los diferentes apartados que se establecen el desarrollo de una clase se trabajan con rigor y aplicando la metodología adecuada para su optimo resultado.
Fundamentos y Contenidos de la enseñanza de Danza
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Carácter fundamentalmente técnico, artístico y musical, ya que en sí misma el aprendizaje de la Danza obliga a canalizar el movimiento, es decir, incita a la personalización a través de los pasos y variaciones propuestos y debidamente realizados.
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Desarrolla contenidos específicos con el fin de mejorar la percepción postural para su posterior ejecución en el escenario.
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Trabaja la relación del cuerpo con el entorno a través de la música clásica, española y musical. Mediante el empleo de diferentes partituras musicales escritas expresamente para la ejecución de las coreografías propuestas( Música de Barra, Centro, Adagios, Allegros).
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Desarrolla la capacidad artística de cada alumno, valorando sus dotes desde el primer día.
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Estimula el trabajo en equipo y la posterior ejecución en las representaciones.
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Para las personas con Síndrome de Down La Danza y todo su estudio, ayuda una mejor verbalización, ya que dota a la palabra de ritmo, métrica musical facilitando la comunicación.
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